La forma al acercarse se distorsiona,
ya en mis manos, el sueño logrado
no esconde sus carencias y mi fe
agoniza en sus arrugas.
Con el impulso de mi última fuerza, volé
para tocar sus promesas,
dejando atrás la pasión
de los segundos previos a que fuera mío.
Esta vida nos pone señuelos
solo para que vivamos
y luego cuenta realidades de sal
a las heridas de los anhelos.
Acabo de añadir el feed a mis favoritos. Me gusta mucho leer sus mensajes.
ResponderBorrarMe alegro mucho!!!!
ResponderBorrarUn abrazo de letras.
Luis