Cuando no te conectas
la angustia
se me imprime
con dolor en el pecho.
Se me seca la piel
de las manos
pegadas las yemas
al inerte teclado.
Un desconcierto
de córnea, iris y cristalino
recorre los pequeños
ángulos confusos
del estéril monitor.
Cuando no te conectas
ese espacio cibernético
es el más vacío de los infinitos,
entonces corto y pego
tu foto
y me hago un fondo
de pantalla
a medida
con tu imagen tachada.
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1 comentario:
Aplausos por esos bellos espejos.
Maria
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