martes, enero 22, 2008

¿COMO? (de Ximena Rivas) P701200

Como definir lo indefinible?
Como descifrar lo indescifrable?
Como comprender a la luna
planeando en el vuelo de un ángel?

...

Cómo romper el silencio?
Cómo atrapar tu atención?
Cómo llorar con la lluvia?
Cómo pedirte perdón?

...

Como dejar de sentir
lo que el olvido no olvidó?
y atravesar este océano
azul de pasiones
sin pensar en vos...!
...

¡Cómo!..¡Cómo!.. .¡Cómo!
¿Puedes tú decirmeló?

Dime cómo (de Querrien) P712290

Injertar mi sentimiento delicioso
en donde salen sus palabras.

¿Que puedo hacer, dime como?

Allí

entre ese hálito de aliento de mujer
y fascinarnos,
y llegar, a tu corazón
enamorada.

jueves, enero 10, 2008

Yo hablo con mi perro (de Juan José Mestre) P702200

Yo hablo con mi perro. Ustedes dirán: todos lo hacemos y tienen razón. Pero lo mío –lo nuestro-, es decir: el diálogo entre el can y yo es algo diferente. Nos cuesta un poco, es cierto, pero nos entendemos. Hoy, por ejemplo, charlamos un rato sobre filosofía. Heráclito y el devenir, el comunismo en la concepción de Platón, el maniqueísmo en Santo Tomás, la duda en el método cartesiano… todo medianamente bien hablado y entendido si consideramos su escaso vocabulario y mi voz que se aflauta con el transcurrir de la conversación. Claro que todo terminó un poco alicaído cuando intentamos encarar el marxismo y el estructuralismo de Lévi-Strauss y la fenomenología de Husserl. Por una cuestión de fonética más que nada. Fue cuando Yero (tal el nombre de mi perro) preguntó la hora, se amoscó un tanto por lo avanzado del horario –tenía varios huesos por enterrar todavía- y salió a sus quehaceres con un dejo de pachorra. Mientras tanto él cargaba con su inocencia sobre su lomo, yo sigo aquí con la faena de escribir y cometiendo las tropelías propias de todo humano.

La fila (Luis Alberto Battaglia 1986) P602270

-No es que uno quiera quejarse, pero por qué no ponen otro empleado.
-¡Si al fin de cuentas uno va a terminar creyendo que le están haciendo un favor...!
-Y... con la cara que lo miran...
-Pero ellos no tienen la culpa... es el sistema.
-El qué...
-Dijo que era el sistema.
-Lo que pasa que son unos vagos.
-Yo no creo que sea el sistema, es la gente.
-Y quién fabrica el sistema.
-¡No, es el sistema que fabrica a la gente!
-¡Pero cómo! ¿No era el sistema?
-Son las dos y media.
-Se me hace tarde para la clase de acordeón.
-¿Estudia acordeón?
-¡No! Él enseña acordeón... es profesor.
-Yo no creo que sea la gente... es el sistema.
-¿Con qué sistema?
-Con el de Beyer.
-No, Beyer es para piano.
-Beyer no, es Bayer... aspirina Bayer.
-Bayaspirina.
-Bueno, es lo mismo.
-Lo mismo no, porque la gente hace al sistema.
-Pero Beyer no es la aspirina.
-No, Beyer es el laboratorio.
-No es Beyer es Bayer... aspirina Bayer.
-No, Beyer es el autor...
-Qué autor...
-Del sistema...
-Y quién fabrica el sistema... esa es la cuestión.
-¿Beyer está fabricando aspirina?
-No es Beyer es Bayer... aspirina Bayer.
-¡Pero hombre! no son sólo aspirinas.
-¿Dijeron que Beyer da clases de acodeón?
-Él da clases.
-¿Él es Beyer?
-¡No!, está muerto.
-¿Está muerto?
-¡Pero si yo lo veo vivo!
-¡No!, dijeron que Bayer está muerto, el autor del sistema Bayer.
-¡Beyer! no Bayer.
-¡Eso, Beyer!... aspirina Beyer.
-¡No hombre!, Beyer es el autor, Bayer es la aspirina.
-Acá tengo.
-Qué cosa.
-Una Bayaspirina, estaban pidiendo una Bayaspirina.
-¡No!, lo que decían que Bayer tiene una fábrica de acordeones.
-¡Acordeones Bayer!
-Sí.
-Yo conocía las aspirinas.
-¿Y quién es el culpable...? El sistema.
-¿¡El culpable de la aspirina!?
-¡No! eso no se lo permito... Bayer no habrá hecho sistema para acordeón, pero es excelente... y yo sé de piano también.
-No es Bayer, es Beyer.
-Bayer... aspirina Bayer.
-Qué pasa allá adelante.
-Parece que al empleado le duele la cabeza porque están tocando el acordeón.
-El trasero me están tocando.
-¿Quién?
-Ese degenerado... el del pullover azul.
-El degenerado es el sistema.
-¡No! es el hombre.
-Un hombre no, es un muchacho... tendrá unos diecisiete años.
-¡No!, es más viejo. Por lo menos cuarenta... yo lo conozco desde chico.
-La culpa es suya. ¿¡Por qué se pone esa minifalda!?
-Tiene razón.
-¡Claro! si yo lo conozco desde los cinco años.
-¡Desde los cinco años hacía eso!
-Sí, a los cinco yo ya tocaba.
-¡Y todavía lo cuenta!, a usted sí le doy un cachetazo.
-¿Por qué le pega?
-Creo que se propasó con una nena de cinco años.
-¡Qué degenerado!
-Yo no soy degenerado, además no tengo diecisiete, tengo quince.
-¿Qué dicen allá atrás?
-Parece que quince tipos agarraron a una nena de cinco años y la ultrajaron con un acordeón Beyer y después la hicieron tragar diecisiete aspirinas.