jueves, enero 10, 2008

Yo hablo con mi perro (de Juan José Mestre) P702200

Yo hablo con mi perro. Ustedes dirán: todos lo hacemos y tienen razón. Pero lo mío –lo nuestro-, es decir: el diálogo entre el can y yo es algo diferente. Nos cuesta un poco, es cierto, pero nos entendemos. Hoy, por ejemplo, charlamos un rato sobre filosofía. Heráclito y el devenir, el comunismo en la concepción de Platón, el maniqueísmo en Santo Tomás, la duda en el método cartesiano… todo medianamente bien hablado y entendido si consideramos su escaso vocabulario y mi voz que se aflauta con el transcurrir de la conversación. Claro que todo terminó un poco alicaído cuando intentamos encarar el marxismo y el estructuralismo de Lévi-Strauss y la fenomenología de Husserl. Por una cuestión de fonética más que nada. Fue cuando Yero (tal el nombre de mi perro) preguntó la hora, se amoscó un tanto por lo avanzado del horario –tenía varios huesos por enterrar todavía- y salió a sus quehaceres con un dejo de pachorra. Mientras tanto él cargaba con su inocencia sobre su lomo, yo sigo aquí con la faena de escribir y cometiendo las tropelías propias de todo humano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encantó!!! voy a tener que empezar a hablar con mis perros, quizas ellos me entiendan mejor!! jaja.
Annie