Apretada entre sábanas,
espero a tu sonrisa.
Y a tu cuerpo templado,
que se adhiere a la lluvia,
mojando la ventana,
lo transformo,
en caricias…
Apretada en las sábanas,
espero tus brazos y
tu aliento suave,
tu brillante pelo
y tus ojos
de nocturno cielo.
Apretada,
me expando,
y
en delicada calma,
trasciendo
el sonido,
de la calle mojada,
y recorriendo
aceras,
como tú no vienes,
me fundo en tu vereda
y
escuchando tú ensueño,
me quedo,
Serena…
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