¿Por qué quienes se comunican por whats app no habrían de ser Paginantes?===================================================
El señor Fun nació en Funsovia que, como todos
sabemos, es un departamento en el estado de Funovita.
Corrían los días de 1923, y Fun, junto a su
familia, se trasladaba a La Capital. Fun padre, acosado por desequilibrios
económicos derivados de la Gran Depresión de 1922…
-¿Cómo dijiste?
-Que se nos hace tarde Enclenque.
1922, dijimos, fue La Gran Peste De
Alejandría…
-Pero son las 4 de la mañana.
-Por eso, tenemos que salir a las siete de la
tarde.
-Ah, razón, tienes razón Esquela.
La Guerra de Nepal, entonces, derivó en La
Peste Blanca, dentro de la cual se derrumbaron, a un tiempo, todas las bolsas
de estalactita.
Antes
que nada es preciso aclarar que los personajes de esta BlogNovela son del tipo
personaje ingenuo o personaje antiguo, vale decir: no saben que son personajes
y se creen de verdad, como nosotros.
-¿Sacaste el auto del garaje, Espina?
-No tenemos auto, Esquela.
-Esa no es excusa.
Fina Rolca, la ciudad de los paraguas, era
paraje lánguido donde Fun y su séquito obrarían milagros.
-Primero: si fuera un gato maullaría.
-Segundo: las escarapelas no son de cinta.
-Tercero: no es verdad que siempre que llueve
en Singapur, nace un renacuajo azul.
Marroquí supo que ante argumentos tan concisos,
tan bien hilvanados; él no tendría opción. Se retiró con una bandera blanca.
-Pero tampoco tenemos garaje.
-Si sigues discutiendo, quedarás en
penitencia.
Acá estoy, tomando café con biscochos y
pensando en vos. El verde de los pinos me sugiere la esperanza.
-¿Hacemos la copas?
-Hacemos.
-Yo creo que podrían ser seis.
-¡Tú también, Enclenque!
Una música suave, me lleva a otro sitio. Tal
vez la vida podría ser hermosa. Tal vez. Si aprendiéramos a vivir.
Marroquí miró fijamente una mancha en el
suelo, que pudo ser una hoja vista desde lejos o un charquito de lluvia.
Vos, habitante, vos, no dejes que te gane el
horizonte.
-Horizonte (dijo Enclenque mientras tomaba un
bocadito de jamón).
-Todo
este mundo es gris.
-Fun,
no seas fatalista.
La Capital, para ellos, fue transición
necesaria hasta el destino. El destino, demasiadas veces, deviene luego de transiciones
imprecisas; y éste había sido el caso.
El psicópata era el guardacostas y el asesino
era el mucamo. Pero es este un dato, sin embargo, que no es necesario que
recuerdes.
-Eso digo, no estoy discutiendo, estoy estableciendo
la absoluta imposibilidad de haber sacado el auto del garaje si Primero: no
tenemos auto y Segundo: no tenemos garaje.
-Estás castigado, debes retirarte a tu
habitación.
-No tengo habitación.
Había los días, los días de la lluvia, los días
del otoño, había los días de la libertad, de los festejos, de la nostalgia. Uno
tomaba una taza de te y el tiempo, de repente, se transformaba en paracaídas.
-Déjame que te explique (prorrumpió Fun, luego
de un prolongado silencio).
Afuera
llovía y, entre las gotas, definitivamente, había una que era nuestra. Me pregunté
sobre el destino, un relámpago pintó la habitación.
-Te
oigo, todo es preciso,
Hubo
un tiempo lejano, un tiempo en el que ardían como estrellas o como leños en un
hogar y en un invierno de mucha nieve y mucha soledad, las sonrisas. Era el
inicio de todas las grandes cosas: de la esperanza, del amor, de la poesía.
Juan se apretó los ojos, como para borrar, en
una operación absurda, las imágenes de su mente. ¿Otra novela, otra ilusión,
otros inviernos?
-Luis (me dijo), tengo nostalgia.
-¿Qué pasa Juan? (pregunté).
-Pasa que ya no puedo volver a los
escarabajos, pero a la vez no puedo irme.
Le prometí, recrear dentro de la actual
novela, al menos un rincón de SÓLO UN ESCARABAJO.
-Te lo prometo, Juan (insistí).
-¿Es
verdad, es posible?
-Está en mis posibilidades y voy a hacerlo.
Juan se emocionó, miró en silencio la lluvia,
y, con los ojos llenos de lágrimas, me dijo finalmente:
-¿Sabés?
A veces una pequeña esperanza es suficiente para vivir.
-Pero vos no vivís, Juan (le dije), sos
virtual, sos imaginario (me arrepentí de haberle dicho estas palabras, pero ya
era muy tarde, ya las había escuchado, ya se había hundido su rostro mucho más
en la amargura).
-No vivo, puede ser cierto, pero sufro tanto…
Ya no habló y la lluvia, durante horas, siguió
cayendo detrás de la ventana.
Marroquí, como quien recordara una estación de
flores, abrió una repentina sonrisa, y como llevado por un tornado de alegría,
habló y dijo:
-Primero: no todo gato maúlla.
-Segundo: puede haber trenes
que se detengan a las cinco de la tarde en la estación Ituzaingó.
-Tercero: los renacuajos
azules no existen.
Y se quedó sentado, satisfechos, saboreando su
triunfo, mientras, afuera, la lluvia bailaba un vals.
Despierta habitante, el futuro ha comenzado.
En el fondo del mar, brama el silencio, los
escarabajos, agazapados en un rincón, como sueños. Gabriela ya no está, se fue
tan lejos, que es como si jamás hubiera existido. ¿Habrá existido en verdad, o será
también un sueño? Sonó el celular, y, en la pantalla, así, como la magia, podía
leerse: Gabriela.
GRUPO PAGINANTES RPPP 28 187 Para unirte a la red enviá un mensaje por Whats App a 11 5459 4902 (Prefijo 549 desde fuera de Argentina) AL 5/11/2025 HAY 108.570 MIEMBROS. Luis Alberto Battaglia, tu amigo el escritor
En Red Paginantes
Whats App (549) 11 5459 4902
http://paginantes.blogspot.com/2021/06/por-que-quienes-aman-la-ciencia-no.html
Audionovela TODO PASA (DE FANTASMAS Y EL TIEMPO) Luis Alberto Battaglia
Precio del taller
Presencial por clase Noviembre y Diciembre de 2025 $ 750
Virtual por mes $ 2.000



No hay comentarios.:
Publicar un comentario