sábado, septiembre 14, 2019

CARTA A MI HIJO



Al filo de la medianoche 16/9/2019
TE CUENTO UNA HISTORIA NOTA 62
CARTA A MI HIJO
  Amigos. Hay días en que se caen los aviones del alma, que vuelcan los trenes de los sueños, que se desvían la carrozas de la alegría, que nos descubrimos infinitesimales ante la inmensidad del abismo, y nos aniquila el frío de ese otro invierno… el que asecha.
  Hoy le escribo a mi hijo y los hago participar en mi carta.
  Llego a casa, pensado en vos, mi cielo, acabo de hablar con tu mamá para contarle que llegué bien. Te está bañando y no pude darte tu besito de buenas noches, pero lo anoto en esta nota, para un abismal futuro incomprensible donde ya no estaré.
  Desde los laberintos en que me encuentro desde mi tierna infancia, desde los terremotos que obstinadamente me han atacado sin piedad, hijo, quiero dejarte en cada palabras, lo que soy, lo que siento, lo que he aprendido en estas luchas cotidianas. Decirte, pedirte, que pongas, en todo, la pasión que pusimos en nuestra querida Academia, en la hormiga, y el caracol, en nuestros juegos, y en la poesía y en nuestra Nuevas Letras. Dalo todo por los demás, no te guardes nada, y tu felicidad tendrá más brillo y más sustento, porque se sumarán la tuya y la de todos aquellos a los que hayas podido ayudar a ser felices. Pero nunca permitas que te impongan, lo que tenés que pensar, lo que tenés que sentir, lo que tenés que vivir. Tu rumbo es tuyo, y estamos en este mundo para lograr que sea mejor, de eso se trata la vida.
  No dejes de tener en cuenta, hijo, que la esperanza, es un subproducto de la libertad. Sos muy chiquito para poder entenderme, pero le hablo al otro Félix, al que podrá entender, mucho después de que yo ya no esté en este mundo. Te lego mis alas, amor, las que no me fue permitido usar, para que puedas volar tus propios vuelos.
  La vida fue conmigo muy injusta, pero me trajo dos amores que justifican largamente haber nacido, vos y tu mamá.
  Hoy es un domingo, mi Félix, un domingo cualquiera, y llevo, todavía, en mi cuello y en mi alma, tu abrazo semanal, tu beso que me muestra el horizonte.
  Por lo demás, ya es tarde para todo, ya retiraron los soportes, esos que me mantienen, en las cornisas, sin caerme, para bailar y volar en mis palabras.
  De las que, ahora, te dejo mi tesoro, y el único que podré darte, mi pensamiento, mi emoción, mi destino, que de pronto se ilumina en tus ojos, o en esa sonrisa con la que me decís "te quiero papá". También te quiero ¡¡amor, no sabés cuánto! Si existe un Dios, te lo prometo, hijo mío, te voy a amar con el amor de las estrellas, con ese que vibrando, en este instante, me hace tener el corazón a flor de piel.
  Nunca te derrumbes.
LUIS ALBERTO BATTAGLIA
Papá
8 de septiembre de 2019
  Amigos de la radio, donde, cada lunes, envuelvo mi emoción en un abrazo.
  Gracias por ser testigos de este amor, de esta pasión, de esta tristeza.
Desde el alma…
Juntos por el milagro de vivir

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