viernes, agosto 09, 2019

PENSAMIENTOS



Al filo de la medianoche 12/8/19
TE CUENTO UNA HISTORIA NOTA 57
PENSAMIENTOS
  Amigos, tal vez mi vida pase por tres ejes, y tal vez eso sea ser escritor; en tanto tal, mi trabajo es escribir, sentir y pensar. Para poder entonces transmitir ideas y sentimientos. Es mi razón de existir, mi aporte al progreso del mundo. No es mucho, no es poco… es lo que soy.
  Siempre lo fue, siempre lo fui. Mi contacto con vos, sin embargo, querido radioescucha; lleva a mi escritura y a mi vida a una nueva dimensión. En algún momento de la semana, alguien del otro lado del dial, espera mis palabras. Magia.
  Alguna vez le contó Federico García Lorca a mi abuelo Guillermo, cuando ambos tuvieron la responsabilidad de inaugurar un teatro en Argentina; Lorca como autor de una obra y mi abuelo como director. Decía Federico: los personajes se sientan a mi mesa, acompañan mi vida, y sólo después se convierten en una obra de teatro. Parangonando al genio, yo diría que los temas se sientan a mi mesa, acompañan mi vida, y sólo después se convierten en una nota de “te cuento una historia” para Al Filo de la Medianoche, que es para mí tan importante como inaugurar un teatro.
  Recuerdo todavía mi primera nota para este programa, la emoción que sentía; que es la misma que siento cada lunes cuado Mariano anota el cartelito de “al aire” y todo comienza… otra vez. Hoy estamos en la estación 57 de este tren de mi vida. Amigo Juan y amigos radioescuchas… gracias.
  Esta semana me acompaña un tema y en esta noche se los traigo; un tema que me hace sentir y pensar… y ser.
  Dignidad es mantener los principios, es no vender el alma, es no acobardarse ante las presiones injustas, es ser lo que somos, lo que nacimos, lo que amamos, dignidad es no elogiar por conveniencia, es no aceptar como camino la trampa.
  Dignidad es poder mirar a nuestros hijos a los ojos y poder decirles SOY LO QUE DIGO QUE SOY, HAGO LO QUE PIENSO, VIVO COMO POSTULO QUE SE DEBE VIVIR.   
  Dignidad es también aceptar las ideas de los demás y defender su oportunidad de manifestarlas aunque no coincidan con las nuestras.
  Dignidad es aceptar que pueden existir muchas verdades pero defender la propia, defenderla en debate civilizado, no en pelea.
  Dignidad es amar al distinto e incluso defenderlo del ataque de los iguales a nosotros. Dignidad es permitir, aceptar y festejar que cada cual tenga su idea, su ideología política, su gusto futbolístico, su religión, o no religión.
  Y es dignidad también, jamás considerarnos el grupo de mejores, por nuestro sexo o nuestra elección sexual, por lo que pensamos, por lo que creemos o por el color de nuestra piel o por nuestra raza, o nuestro nivel cultural o económico o por nuestro lugar de nacimiento, o por nuestro trabajo.
  La dignidad es un camino que debemos recorrer, si queremos un mundo donde valga la pena vivir.
Desde el alma
Luis Alberto Battaglia
8 de agosto de 2019

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